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Cafe, alcohol y el buen dormir

Es sabido que las personas, literalmente, pueden desplomarse debido al consumo de cantidades excesivas de alcohol. También se sabe que la cafeína puede ayudar con el estado de alerta y retrasar la aparición del sueño o el cansancio. Es más, un enorme sector de la población utiliza estas sustancias para influenciar su calidad de sueño.

¿Cuántas veces has escuchado de alguien que se toma un «traguito» para poder dormir? Lo mismo ocurre, de forma antagónica, con el uso de la cafeína en las mañanas. Si tú eres una de estas personas que necesita café en las mañanas, no estás solo. Y es que, el 90 % de las personas utilizan café diariamente para deshacerse de la somnolencia. El café y el alcohol son las sustancias psicoactivas más usadas y abusadas del mundo. Sin embargo, estas dos sustancias son bastante perjudiciales para el proceso de establecer una buena higiene del sueño.

Comencemos con el alcohol. El alcohol puede simular un estado de relajación y tranquilidad, ya que es un sedante. No obstante, está bien documentado que, beber alcohol antes de dormir evitará que tu cuerpo alcance niveles profundos de sueño debido al desequilibrio químico y la toxicidad generada por la sustancia. De hecho, el reconocido investigador y experto en el tema del sueño, el Dr. Mathew Walker, comenta que: «En primer lugar, el alcohol ensucia tu sueño con muchos más despertares a lo largo de la noche». En otras palabras, el alcohol no permite que llegues a niveles profundos de sueño, puesto que ocasiona múltiples episodios de desvelos durante la noche. Interesantemente, de acuerdo a un estudio publicado por Medical Hypothesis, los disturbios en el sueño hacen que las personas adictas al alcohol tengan éxito en su sobriedad. Así mismo, un dato curioso es que hay más personas que mueren al año por accidentes ocasionados por sueño que por los accidentes relacionados con el consumo de alcohol. La razón es que un individuo que tiene menos de seis horas de sueño sufre un efecto en su rendimiento equivalente a beberse un paquete de seis cervezas.

Por otro lado, la cafeína (que muchas personas toman para sentirse despiertas por la mañana) trabaja como una antagonista de la adenosina. Es decir, esa molécula que da paso a la cascada de moléculas que, al final, te llevan a sentirte soñoliento. El mismo receptor que usa la adenosina es el que atrae a la cafeína, y esta lo bloquea. Por lo tanto, cuando la adenosina no puede alcanzar su receptor porque la cafeína lo está bloqueando, el cuerpo retrasa la aparición de la sensación de sueño que se necesita para poder dormir.

Así que, ahora que ya lo sabes, asegúrate de no depender de estos químicos para lograr descansar apropiadamente. Tampoco dependas de la cafeína de manera excesiva. El alcohol y la cafeína son sustitutos baratos y peligrosos que alteran tus ritmos circadianos normales del cuerpo y agravan los disturbios el sueño. Si usas estos químicos, pagarás un impuesto muy alto que afectara tu bienestar y tu salud a largo plazo.